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Confitería Real de Cosquín

Un paseo por la ciudad de Cosquín en épocas del festival, significa ver, necesariamente, músicos tratados como limosneros. No sólo transitan por la calle tocando guitarras y quenas esperando una monedita, sino que también son explotados por peñas que ostentan tener entrada gratuíta. Desde luego que las peñas ganan más dinero por tener a los músicos animando la cena, pero no les pagan.
Es particularmente notable el abuso hacia los músicos que se realiza en la Confitería Real de la ciudad de Cosquín, donde el Señor Pedraza hace participar cerca de ocho o nueve grupos musicales por noche, sin pagarle a ninguno. No obstante, el señor Pedraza cobra 20 pesos de derecho de espectáculo. Esto se suma al dinero que ingresa por las bebidas y minutas de la gente que va a escuchar a estos músicos abusados.
Yo misma concurrí para cantar algunos tangos como publicidad de un espectáculo que presentaría en febrero y por el que supuestamente me pagaría con las entradas, y fui tratada a los gritos, agredida e insultada por un empleado del señor Pedraza, que cobardemente se fue sin siquiera disculparse. Recomiendo a los músicos que no cometan el mismo error que yo, hay personas con las que no se debe negociar y ese es el caso del dueño de la Confitería Real de Cosquín.
Saludos a los músicos de Córdoba...Luisa Ventura